El sabor es la consecuencia de una amalgama de factores que definen el carácter del puro y agregan tonalidades y matices que redondean su identidad. La tierra donde se cultiva la planta o el entorno que la rodea hace que las raíces absorban visos dulces, amargos o salados. Además, si las hojas que empleamos proceden de su parte inferior, central o superior, el resultado final tendrá una mayor o menor suavidad o fortaleza.

La riqueza de sabores que aderezan al puro se dividen en varias familias entre las que queremos destacar tres. Todas son de origen natural y algunos de estos sabores se introducen en los procesos de curación, fermentación y añejamiento.

Plantas y maderas. Algunas plantas comunes son el césped, presente en aquellos puros suaves al igual que el musgo, que aglutina matices terrosos y de hierbas salvajes. El cedro es una madera muy vinculada a los puros, pues es el principal material empleado en el humidor ya que cuenta con propiedades muy interesantes que benefician su conservación. Algunos puros se añejan en barricas de roble, que es una madera que recuerda a los taninos del vino y que tiene un regusto de sequedad en el paladar.

Otra categoría interesante son las especies, que añaden un toque familiar o exótico a la cata. El cardamomo, la canela, el anís o el clavo aportan dulzura y tonalidades foráneas y ricas que evocan paisajes y aventuras en tierras lejanas. El comino, por otro lado, tiene notas ahumadas y almizcladas y la pimienta aporta un toque de picante que no dejará indiferente a nadie.

Por último, nos gustaría destacar la presencia de frutas como pueden ser las cerezas, los frutos rojos o incluso los cítricos, que añaden notas de acidez a la cata. Estos sabores no son los únicos, pues existen otros aromas como el café, el cacao, los frutos secos o el caramelo, todos ellos presentes en la línea K-Negro de KOLUMBUS.

Como mencionábamos al principio, el lugar dónde crecen y se desarrollan las plantas de tabaco también se verá reflejado en nuestro paladar. Por ejemplo, percibiremos toques salados en puros cultivados en islas como La Palma o un cierto regusto a tierra en aquellas plantas que han crecido en suelos ricos en sustratos y humedad.

Os invitamos a que catéis nuestra variedad de puros KOLUMBUS y descubráis qué especies, frutos y maderas conforman los sabores de unas vitolas 100% artesanales.